Recién nacido llora todo el día, no importa lo que hagan los padres, hasta que revisan la cuna – Historia del día.

Walter llegó a casa del trabajo y encontró a su bebé, Logan, llorando desesperadamente. Su esposa, Abby, había intentado de todo para calmarlo: alimentarlo, cambiarle los pañales, darle un baño y medir su temperatura. Nada parecía funcionar. Decidido a resolver el misterio, Walter revisó la cuna y quedó impactado con lo que encontró.

Un Hogar Lleno de Desesperación

El sonido del llanto de Logan resonaba por toda la casa, llenando el ambiente de angustia. Walter, al entrar por el garaje, notó de inmediato la expresión agotada de Abby en la cocina.

“¿Cuánto tiempo lleva así?” preguntó mientras la abrazaba.

“¡No sé qué más hacer!” sollozó Abby. “¡Ya intenté todo!”

Desde el nacimiento de Logan, la vida de la pareja había cambiado por completo. Y el llanto constante de su hijo era como una herida abierta que no sanaba.

El Misterio en la Cuna

Walter decidió tomar el control de la situación. Llevó a Abby al cuarto de Logan y se acercó a la cuna. Sin embargo, en lugar de encontrar a su hijo, encontró una grabadora reproduciendo el sonido del llanto y una nota enigmática.

“¿Qué está pasando aquí?” murmuró Walter mientras leía la nota:

“Te advertí que te arrepentirías de haber sido grosero conmigo. Si quieres volver a ver a tu hijo, deja $200,000 en los casilleros de equipaje cerca del muelle. Si llamas a la policía, nunca volverás a ver a Logan.”

Un Recuerdo Oscuro

Walter recordó de inmediato un incidente en la maternidad. Había maltratado a un conserje tras tropezar con su escoba. El hombre le había advertido: “¡Te arrepentirás!”

“¡Debe ser él!” concluyó Walter, aunque Abby dudaba.

“¡La nota dice que no involucren a la policía!” argumentó Abby.

Sin embargo, Walter creía que actuar solo sería arriesgado. Decidió informar a las autoridades, incluso a riesgo de lo mencionado en la nota.

Un Plan Arriesgado

Mientras se dirigían a la estación de policía, Walter recibió un mensaje amenazante en su teléfono, advirtiéndole que no involucrara a la policía. Sintiendo que estaban siendo vigilados, decidió pagar el rescate, pero con un giro: el dinero sería falso.

Walter siguió el plan y dejó el dinero en el lugar indicado. Se mantuvo cerca, observando quién recogería el paquete. Pronto vio al conserje que había acusado, pero al confrontarlo, descubrió que solo era un intermediario.

Traición Descubierta

Al regresar a casa, Walter encontró algo aún más devastador: Abby y todas sus pertenencias habían desaparecido. Rápidamente concluyó que su esposa estaba involucrada en el secuestro de Logan. Para empeorar la situación, descubrió que su cuñado, James, también estaba ayudando en el esquema.

La Trampa

Decidido a recuperar a Logan, Walter elaboró un plan. Con la ayuda de un médico del hospital de maternidad, hizo que Abby creyera que Logan necesitaba tratamiento médico urgente. Ella cayó en la trampa y llevó al bebé al hospital, donde fue sorprendida por la policía y agentes del FBI.

Una Confesión Impactante

Durante el arresto, Abby reveló algo que destrozó emocionalmente a Walter: “¡Logan ni siquiera es tu hijo! Es de James. ¡Nunca pudiste embarazarme!”

A pesar de su corazón roto, Walter se mantuvo firme. “¡No importa! Logan es mi hijo, y lo cuidaré mientras ustedes se pudren en prisión.”

Walter salió del hospital con Logan en brazos, decidido a darle al niño el amor y la protección que merecía.

Moraleja de la historia: El verdadero amor por un hijo va más allá de los lazos biológicos. Se trata de cuidado, sacrificio y un compromiso inquebrantable.